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Es evidente que no merece la pena trasladar muebles, enseres
y/o utensilios que, o ya no te sirven o están tan viejos que es preferible comprar
nuevos, por tanto, realiza una limpieza a fondo y desecha lo que veas innecesario
para trasladar a tu nuevo hogar.
Un consejo que siempre damos a nuestros clientes es
que reserven su mudanza con antelación para disponer del día que precise realizar
su mudanza.
Esto es algo que debes tener muy en
cuenta y es que hay ciertas cosas que no podemos trasladar como: bombonas de
butano, alimentos perecederos, pinturas, barnices ni aerosoles, productos de
limpieza y armas de fuego; además, si precisas que traslademos frigoríficos este
tipo de electrodomésticos debes de tenerlo apagado 24h. antes de la mudanza y
en el caso de aires acondicionados estos deben estar desmontados por un
especialista.
Aunque nosotros ofrecemos servicio de
embalaje hay bastantes clientes que de igual forma prefieren embalar todos los
enseres ellos mismos y es cuando, en primer lugar, lo recomendable es que uséis
material apropiado para proteger bien todos los enseres y no llenes hasta arriba
las cajas; y lo segundo y no menos importante, rotula las cajas para saber que hay
guardado en cada una y poder realizar el desembalaje de forma óptima.
El día de la mudanza es un día de mucho ajetreo, para
combatir esto es buena idea que el día previo hayas pensado en guardar una serie
de artículos de primera necesidad, así como alimentos y accesorios a mano para
poder dormir directamente en la cama al finalizar el día.
Se recomienda al cliente que, a pesar de tal ajetreo que
supone la mudanza, confíe en la profesionalidad de los operarios y evite el
nerviosismo para que todo el servicio fluya y marche de la mejor manera posible.
A la hora de elegir una empresa de mudanza no te dejes llevar por
presupuestos baratos, la calidad del servicio, la eficacia y profesionalidad tienen su
precio, valorarlo te puede ahorrar malos tragos.